El gol que le cambió la vida al atacante barinés Eric Ramírez

 

Luis Vílchez @lvilchez8.- El pasado jueves 7 de octubre, Eric Ramírez (20/11/1998) escribió su nombre al lado de Juan García, Ruberth Morán y Christian Santos como los únicos venezolanos que le han marcado a Brasil en eliminatorias sudamericanas. También fue el primer tanto del jugador de Dinamo de Kiev con la Vinotinto. Sin embargo, no es el gol más importante de la carrera del barinés. Hay uno que marcó un antes y un después en su camino. Fue contra Sol de América, el 7 de abril de 2017, por Copa Sudamericana. A los seis minutos abrió el marcador para Estudiantes de Caracas, que hacía vida en segunda división. Aquella llave se la llevaron por goleada los paraguayos, pero esa diana le abrió las puertas de Europa al ariete.

 

Para contar toda esa trayectoria, Balonazos conversó con Renato Renauro, que era su DT en aquel momento y que hasta el sol de hoy mantiene una buena relación con el delantero. La primera vez que el estratega lo vio fue en una Copa Bicentenaria 2016 cuando dirigía a Portuguesa y enfrentó a Zamora B. Desde que aquel momento le llamó la atención el biotipo y sus cualidades. Pidió firmarlo, pero por la juventud y la “fama de rebelde” no se llegó a nada. En su paso por Deportivo La Guaira también intentó adquirir sus servicios, pero el club prefirió apostar por los talentos que tenía en la casa club.

 

La oportunidad se da con Estudiantes de Caracas, que quedó con cinco jugadores, luego del descenso, y con la responsabilidad de jugar la categoría de plata y la Copa Sudamericana (clasificados como subcampeones de Copa Venezuela y gracias al doblete del Zulia). En un principio el DT no se acordó de llanero, pero luego supo que era el indicado. “Ricardo González me llamó, a las 12 de la noche, desde el baño de la clínica Santa Sofía, porque tenía al cuñado hospitalizado. En ese momento se nos prende el bombillo de que necesitamos un delantero con ambigüedad posicional, que juegue fijando a los centrales y pueda caer por banda. Ahí le digo que pregunte al Zamora por Eric”, recordó el caraqueño.

 

 

Pero al principio no fue fácil por la rebeldía del jugador y la exigencia del entrenador del juego por posiciones. Ese entender dónde está la pelota, dónde está el contrario y el dónde se tiene que estar para generar líneas de pase o superar líneas de presión. “Eric no lo entendía, era un futbolista de envergadura, que le gustaba el contacto, ir bien de espaldas y que necesitaba una referencia para posicionarse en base al central. Entonces si el central se movía, él iba detrás suyo (…) Le costaba incluso el tema de modales. Se molestaba conmigo y me batuqueaba las manos en los entrenamientos”, confesó Renauro.

 

Esta situación lo condujo a llevarlo un día a su casa. “Le dije que lo primero que iba a aprender era a tener modales y ser persona. Ser humilde y luego crecer como futbolista”, rememoró sobre una relación en la que Ramírez, con el tiempo, llegó a pedirle la bendición por el trato paternal.  Renauro comentaba con su asistente técnico que tenía un diamante en bruto, pero que tenía que pulirlo. Al principio no jugaba, muchos partidos quedaron fuera de la convocatoria. El delantero no entendía, lágrimas mediante en una esquina por la frustración. Pero el entrenador solo le pedía que confiara en el proceso que llevaban.

 

El premio llegó en la Copa Sudamericana, donde no solo iba citado, sino como titular, luego de mostrar mejoras en su entendimiento del juego posicional, además de una evolución en su comportamiento personal. “Cuando doy la convocatoria, él se estaba amarrando las botas para irse del vestuario, porque creía que no iba a ser llamado. También le dije que iba de titular”, comentó. La idea es que aprovechara que Sol de América jugaba con línea de tres y el líbero no basculaba y marcaba, sino que se quedaba. “Le dije que se pusiera entre el líbero y el central del lado donde esté la pelota, porque el líbero no iba a salir a buscarlo, sino que iba a retroceder, el central no va a salir marcarte porque no va a dejar el espacio donde se incorporaría el extremo”, le expuso en aquel momento.

 

 

Ante un equipo con un presupuesto y una estructura mejor, para aquel partido los capitalinos apostaron a transiciones rápidas. Robar y buscar el espacio entre central y líbero, para que Ramírez tuviera ese 1 vs 1, choque y encarar a puerta. “Así ocurrió y creo que ese gol le da salida universal, porque se ve la cualidad más pura de Eric Ramírez. Queda mano a mano con la defensa, y aun siendo joven, lo desplaza, y luego técnicamente tiene la capacidad de hacer lo que hizo (una definición fuera del área, que bañó al meta rival). Ahí la vida le cambió y me pidió que le buscara un representante”, aseveró el entrenador.

 

Renauro habló con muchos representantes europeos y no lo quisieron firmar al atacante, que hoy lo llaman arrepentidos. Para el caraqueño la salida al Viejo Continente le dio un salto de calidad por las condiciones profesionales, desde las canchas hasta la alimentación. Al cruzar el charco ha jugado en Karvina (Chequia), Sénica, DAC (Eslovaquia) y, ahora, en Dinamo Kiev (Ucrania). También reconoció que en Europa del Este se evolucionó de un juego técnico, lento y de mucha posesión, que caracterizaba a países como la antigua Yugoslavia, a uno más vertical y de contras, donde Ramírez se siente más cómodo. Pero el ex Zamora también adquirió “más tacto con la pelota”, porque esa técnica, esencia de la zona, aún se mantiene.

 

El caraqueño afirmó que el mantra del llanero debe ser: humildad, valores y compañerismo. Destacó su habilidad de jugar por fuera y su hambre de gol al buscar el remate constantemente. Aún le da consejos y uno que otro jalón de orejas. “Cuando salió de la convocatoria con (José) Peseiro, le dije que no creía que actuó de la mejor manera y tuvimos una diatriba, pero desde el respeto”, confesó. No le gusta compararlo con otros jugadores, considera que es perjudicarlo, porque “Eric es Eric”, pero por cumplir con la pregunta comentó: “Para dar un nombre y con todas las diferencias, lo hago con Harry Kane. ¿Por qué? Porque es un jugador de área, que sabe salir, ir a buscar y caer por fuera”.