Una Vinotinto femenina en construcción cayó contra Ucrania en la Turkish Women’s Cup 2022

 

Luis Vílchez @lvilchez8.- Venezuela resbaló 1-0 ante Ucrania en su debut por la Turkish Women’s Cup 2022, en Alanya. Si bien Pamela Conti tuvo que sortear con las bajas de: Yenifer Giménez, Joemar Guarecuco, Ysaura Viso, Nayluisa Cáceres, Daniuska Rodríguez y Oriana Altuve, el elenco patrio mostró avances en su estilo de juego, pero a su vez repitió problemas que han sido reiterativos a lo largo del ciclo. Más allá del hype alrededor de la Vinotinto femenina y su posibilidad de clasificar al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, este tipo de partidos señalan los aspectos que aún están en construcción y se deben finalizar para la Copa América de Colombia (8 al 30 de julio), que otorgará tres cupos directos y dos al repechaje de la cita ecuménica.

 

La transmisión desde Turquía recordó al fútbol en el primer confinamiento donde se escuchaban las indicaciones de los entrenadores. Como es de costumbre se vio una Conti muy vocal, con bastantes mensajes de motivación, direccionando las presiones, varios consejos a Bárbara Olivieri, indicaciones a la hora de salir jugando y uno que otro jalón de oreja a Nairelis Gutiérrez. Para este encuentro usó a Yéssica Velásquez en el arco. En el lateral izquierdo retornó Michell Romero. Ante la ausencia de Giménez, Petra Cabrera se corrió del lateral al centro para hacer dupla con Sonia O’neill, por la izquierda quedó Maikerlin Astudillo. Al frente en el doble pivot Lourdes Moreno con Gabriela García; luego por derecha Paola Villamizar, por izquierda Olivieri, de enganche Deyna Castellano, mientras que de punta jugó Mariana Speckmaier.

 

Cabe destacar que Cabrera es central, Astudillo volante de contención, al igual que Sonia; Romero alterna entre lateral y extremo; “Kika” es más volante creativa como García (en España ha mutado de centro delantera a interior). Modificaciones normales en los planteamientos de Conti y que se han visto desde los albores de este ciclo. La nota más alta es para O’neill, luego se puede decir que Romero cumplió. Sin embargo, Astudillo,  Moreno y García no tuvieron su mejor presentación.

 

 

Ante una Ucrania dirigida por Lluis Cortés un entrenador con ADN Barcelona, la Vinotinto fue a morder en la salida, con buenas basculaciones y direccionando la presión para que tuvieran que reventar el balón. En ese escenario Venezuela creó la primera ocasión, cuando Conti gritaba pase a la portera, Sonia lanzó un pase tenso, que Deyna Castellanos dejó pasar y Speckmaier buscó al espacio. El remate se fue por encima. Y es que los ataques nacionales llegaron al momento de buscar al espacio en transiciones, porque costó mucho poner a Ucrania a defender un ataque posicional.

 

Solo los giros de Olivieri o Castellanos permitieron desahogos en el sector medular. Por derecha Astudillo no daba profundidad y las carreras de Romero solo eran efectivas cuando iba hacia adentro, más que hacer al dos contra uno con Olivieri. A pesar de que la estratega italiana le decía “de primera ‘Kika’”, la jugadora de Barinas le costaba recuperar y generar juego desde la base de la jugada. Tampoco lució García, que al igual que Moreno resolvieron muchas ocasiones con faltas y llegaron tarde a los costados para ayudar a las laterales.

 

El tanto de Olha Ovdiychuk llega de una buena presión en la salida de Ucrania, que resuelven con un trazo largo a la banda derecha de Venezuela. Astudillo tenía controlada la situación ante Tetiana Romanenko, pero en vez de botarla a un costado, la intenta defender de espalda. Llegó al apoyo Nicole Kozvola, que se llevó el esférico, eludió a Gabriela García y lanzó un centro al corazón del área. Ovdiychuk anticipó muy bien a Romero y dejó sin nada que hacer a Velásquez. Todo antes de los 10 minutos. La jugadora de Puerto Ordaz aprendió la lección y al 32’ si despejó al costado en una acción similar, pero un minuto después hizo un mal saque de banda. La ex Estudiantes de Guárico sufrió el partido con balón, aunque sin él pudo hacer varias recuperaciones.

 

Más allá de los lanzamientos de Deyna al espacio, a lo largo del partido Venezuela no tuvo remates entre los tres palos. La más clara fue un cabezazo de Cabrera, en un saque de esquina botado por Castellanos,   que pasó muy cerca. Porque ni los tiros libres de la aragüeña, una especialista en la materia, tuvieron destino entre los tres palos. El llamado de Conti era a la tranquilidad acompañado de un: “’Kika no nos volvemos locas presionando arriba”. Hay una idea clara de cómo y cuándo quiere que su equipo vaya a morder al rival. Un equilibrio y un orden táctico. Se le ve forma a la estructura y es lo más positivo del cotejo. Aunque también se vio su molestia con la árbitra, a la que cuando sacaba de sus casillas le hablaba en italiano.

 

 

En la previa la seleccionadora advirtió del aspecto físico y muchas primeras pelotas la ganaron, también las segundas, las europeas. En el minuto 23, Olha Oviychuk le gana un duelo a Romero, llega tarde García al apoyo y ya abren con Tamila Khimychmete, que sin marca (Deyna arribó a la marca después) colgó un balón a las espaldas de Petra y Moreno, que Natiia Pantsulaia cabeceó sin marca en el área chica e increíblemente no le dio dirección de arco. Tanto en la Vinotinto masculina como la femenina cuando levantan un balón de costado es un suplicio y al momento de dar rebotes suena la música de Benny Hill, porque siempre le caen al rival. Solo que Ucrania no las aprovechó y que las pocas veces que remataron, Velásquez demostró porque Venezuela es tierra de porteros y porteras.

 

Ante la inoperancia en la base de la jugada y la poca profundidad que daban las laterales, la mejor jugada llegó al minuto 54. Velásquez consiguió a Astudillo, verticalizó con Villamizar que enganchó hacia adentro para conectar con García. Todo esto en campo propio. La jugadora de la Real Sociedad activó de primera a Deyna, que aguantó la marca en el costado del territorio ucraniano, luego retraso con García, que tras tres toques mandó al espacio a una Villamizar que había hecho la diagonal. Una acción puntual en que se debe construir para no depender solo de transiciones rápidas, recuperaciones arriba o remate de larga distancia (poco usado en este juego). Hay buen pie para construir jugadas en salida.

 

Entre las modificaciones se le dio entrada a Kimberlyn Campos por Olivieri, una sub-20 por otra sub-20. Esto mandó a Speckmaier a la banda izquierda, donde habitualmente ha sido usada, y la carabobeña como punta de lanza. Luego ingresaron dos laterales: Gabriela Angulo (otra sub-20) y Nairelis Gutiérrrez. La primera por Mariana, movimiento que hizo que Romero adelantara su posición,  mientras que la segunda por Astudillo. Pero poco cambió la dinámica del partido. Solo un buen giro de Gabriela para quitarse la presión rival en el sector medular le permitió habilitar a Deyna que puso a correr a Campos, pero no pudo contra las centrales. Mientras que Gutiérrez erró pases cortos y le costó ubicarse. “¡Nazareth sube! Mira donde está Petra”, fue una de las indicaciones de Conti.

En el agregado entró Dubraska Rivera por Romero, como dato estadístico. Si bien preocupa que una selección con una artillería pesada, a pesar de las bajas, se quedara sin marcar, peor aún sin exigir a la portera rival. En contraparte Velásquez no tuvo mucho trabajo. La Vinotinto no se obnubila por su potencial ofensivo y busca caerse a goles con los rivales. Tampoco hay una obsesión por el cero en arco propio y luego ver qué sucede. Hay un equilibrio que cada vez está más nítido. El tema de los laterales tiene pocas soluciones, pero la apuesta en el doble pivot por Moreno y García (a falta de Daniuska) es la que genera más dudas. Ante la incertidumbre en la recuperación de Yerliane Moreno, quedan buenas alternativas como Dayana Rodríguez y Astudillo. Con más trabajo y al solucionar ese problema en la sala de máquinas, Venezuela estará más cerca de los triunfos por su poder de fuego y al esconder debilidades defensivas desde el orden táctico.