La ciudad de Mérida podría quedarse sin fútbol profesional y el Estadio Metropolitano vacío…
Ricardo Cabrera.- Con el equipo Unión Local Andina extinguido por la venta de su franquicia a La Guaira, y lo difícil que ha sido vender a Estudiantes de Mérida, el panorama en este 2023 no luce nada halagador para la ciudad de Mérida, que podría quedarse sin equipos de primera y segunda división, y su Estadio Metropolitano, que dicen es el que está en mejor estado de los que construyeron o remodelaron para la Copa América 2007, podría no albergar este año ningún partido del balompié rentado.
Esto deja más que claro que a los que manejan hoy en día los equipos de fútbol, para nada les interesa la afición o la trayectoria e historia de un club, sino que están dispuestos a entregarlos al mejor postor, al que pague más o por lo menos les haga recuperar algo mas de lo mucho que pierden temporada tras temporada, lo que no es un secreto para nadie que siga el fútbol rentado en Venezuela.
Adiós Unión Local Andina
De todos es sabido que el ULA FC que estuvo varias temporadas jugando en Mérida con los colores y el escudo del antiguo ULA Mérida FC, no era el equipo original, sino surgió producto de las ganas de jugar en Mérida que tuvo un día el señor Ernesto Muller, propietario de una franquicia de segunda división asentada en el estado Barinas y que en ese tiempo se llamaba Potros de Barinas.
Muller amaneció un día con ganas de dejar el calor llanero y cambiarse al frío de Mérida, y llegó a un acuerdo con la Universidad de Los Andes para, buscando apoyo de la afición, representar los colores y escudo del viejo ULA Mérida FC, pero con la condición de que no involucrara para nada a la ilustre Universidad de Los Andes, por aquello de evitar futuras demandas, y se le ocurrió al dueño de la franquicia la idea de crear al Unión Local Andina.
Muchos viejos seguidores de la histórica divisa ulandina se enteraron de esto, pero aún así apoyaron al nuevo equipo, al ULA FC disfrazado, y también muchos ni se enteraron y en las tribunas gritaban y lloraban por su “Ulita de mi vida”, pero poco les duró la felicidad.
Cuando por ahí entre bambalinas se decía que venían cosas buenas para el equipo, se hablaba de nuevos inversionistas que iban a apoyar a Muller en la parte económica, y hasta un local en la avenida Dos Lora de un día para otro exhibió un gran letrero con los colores y las siglas del ULA FC y se decía que era la nueva sede, vino la fatídica noticia que hizo que el que pagó este gran anuncio perdiera sus reales.
De un día para otro se anunció que ULA FC o Unión Local Andina no salía más en Mérida, pues el propietario de la franquicia, otra vez Ernesto Muller, la había vendido a gente del litoral guaireño, que anunciaron la salida al ruedo del Club Sport Marítimo de La Guaira para la temporada 2023 de la segunda división, buscando reverdecer los laureles de aquel histórico Club Sport Marítimo de Venezuela, con campeonato y participaciones en Copa Libertadores, que de un día para otro desapareció castigado por la Federación Venezolana de Fútbol por mudar su sede de partidos para Guarenas, algo que hoy en día es de lo más común, y no acarrea sanción alguna. ¡Cómo cambian los tiempos!
Estudiantes más allá que acá
La triste historia de Estudiantes no provoca ni contarla, porque por caprichos y hasta diríamos rencores de la viuda y accionista mayoritaria del equipo, a pocos días para que se inicie la temporada de la primera división aún el club está en ascuas, y la afición también, no ha iniciado ni siquiera su pretemporada porque no se concreta nada sobre la supuesta venta de un club que por otra parte fue declarado hace algunos años patrimonio histórico y deportivo de Mérida, con lo que el gobierno regional podría intervenir, pero parece que Estudiantes de Mérida no es una de las prioridades de Jehyson Guzmán.
Y lo decimos porque en caso de que no se concrete la venta, las sanciones por parte de la Federación Venezolana de Fútbol para el club serían duras, incluyendo su inmediato descenso a la segunda división, con lo que menos gente se interesaría en adquirirlo, y la dueña, que dicen ya está asentada en Miami, lo dejaría fenecer, para no seguir perdiendo plata.
Y el Metropolitano sooolo….
Mientras todo esto ocurre, hay otro problema que podría significar el descuido de una instalación en muy buen estado hoy en día, pero que sigue siendo una gran carga para el gobierno regional, que ahora tendrá que encargarse de absolutamente todo el mantenimiento del Estadio Metropolitano, para que luzca como un jarrón chino, bien bonito pero sin ninguna utilidad, porque no habrá equipo de primera o de segunda que juegue en él, y que pague su mantenimiento…y para el fútbol aficionado es muy difícil que lo cedan.
Esperemos que no sea así, que se logren recursos para que el Metropolitano no caiga en el mismo descuido en el que están el resto de las estupendas instalaciones deportivas del Complejo Deportivo “Cinco Águilas Blancas: diez canchas de tenis, dos piscinas, una olímpica y un foso de saltos abandonado, y Gimnasios para Judo, Karate Do, Esgrima, Gimnasia y Tenis de Mesa. Muchas áreas verdes y el Estadio Metropolitano.
Por egoístas….
Y pensar que una ciudad futbolera como Mérida, que hoy está a punto de quedarse sin fútbol de primera y segunda división, por el egoísmo de los dos equipos que en ese momento hacían vida en la capital merideña, perdió el chance de tener un segundo equipo de segunda, que hoy en día hasta podría estar en primera división, el equipo Titanes.
No hay que olvidar. Titanes tenía su sede en Maracaibo, cuando se jugó el torneo de segunda división en Mérida por la cuarentena y la pandemia, a Titanes le gustó la sede y al terminar esa temporada se decía que los dueños del equipo lo mudarían a jugar sus partidos en el “Soto Rosa”, compartiendo cancha con Unión Local Andina, pero tanto los dueños de este equipo, léase Ernesto Muller, como los de Estudiantes de Mérida, léase Christian Toni, se juntaron para en coro impugnar ante la Federación Venezolana de Fútbol y la Liga esta mudanza, y Titanes tuvo que buscar otra ciudad porque en esos tiempos el club a que busca nueva sede debe tener la aprobación de los clubes que ya hacen vida en esa sede.
De no haber sido egoístas Muller y Toni, porque una ciudad de fútbol como es Mérida tranquilamente podía con tres clubes, hoy la ciudad y su afición tendrían la alternativa de contar con Titanes como único representante de Mérida en el fútbol profesional.