¡Aquí no se habla de la altura!

¡Aquí no se habla de la altura!

 

Por Luis Enrique Vilchez.- Como si se tratase de Lord Voldemort o Bruno Madrigal, el tema de la altura fue un tema tabú en el discurso de Fernando “Bocha” Batista. En el país del “Mano, tengo fe”, la realidad le dio una cachetada. En su momento lo tuiteó Neil deGrasse Tyson: “Lo bueno de la ciencia es que es verdad, creas o no en ella”. Obviamente hubo una preparación para la altura, solo basta escuchar la entrevista del departamento de prensa de la Federación con el preparador físico de la Vinotinto, Jorge “Pipi” Pidal. Pero da la sensación que se subestimó.

 

Ese fantasma de la altura se transformó en un monstruo mitológico. Todo el mundo lo advirtió, hubo ilusión con la base de jugadores acostumbrados a este contexto, pero Bolivia exprimió sus recursos y llevó el partido a El Alto. Si en el Hernando Siles, el Kraken estaba muerto, en Villa Ingenio soltaron a la Hidra. Aunque por el rendimiento de Venezuela pareció que vio a Medusa a los ojos, porque se quedó petrificado. Desconocer los efectos de la altura es como en las películas de terror cuando un personaje secundario cierra los ojos ante su inminente enfrentamiento con el villano. Da la sensación de seguridad, pero tarde o temprano, vas a abrir los ojos, lo tendrás de frente y sin margen de error.

 

Tras un 4-0 es difícil rescatar algo. Lo positivo es que no hay un lesionado de gravedad, para jugar a ser un optimista empedernido. Pero la diferencia de goles y la amarilla de Cristian Cásseres Jr son dos golpes que pasan por debajo de la mesa. Tampoco hay que caer en fatalismo con nueve unidades y una eliminatoria donde seis de nueve clasifican de forma directa a la Copa del Mundo Estados Unidos, Canadá y México.

 

En lo futbolístico el planteamiento de arranque fue como la parábola de la liebre y la tortuga. En los primeros tiempos el mamífero toma una siesta y en el segundo tiempo la dirección de campo de Batista arregla ese fallo de entrada. Sin embargo, contra Canadá y Bolivia la tortuga nos sacó muchos cuerpos de distancia. No se puede vivir al límite tanto tiempo, porque cualquier brisa nos hará caer de la cornisa.

 

 

Hay dos tuits de Jovan Pulgarín que grafican esta realidad:Venezuela ha mostrado, antes de hoy, dificultades para, con juego de pases, combinar su buen mediocampo con sus atacantes. En la altura, con protagonistas alternos y titulares, se agrava la desconexión. El resultado se explica desde allí: problema viejo en contexto límite”, este fue el primero. Luego complementó: “No todo es la altura. Se puede usar como excusa, pero hay funcionamientos grupales e individuales que mantienen una tendencia, no importa si es eliminatoria, Copa América o este juego ante Bolivia. Eso hay que revisarlo”.

 

Es innegable que los resultados han llegado antes que el juego. Pero “la victoria no tiene sustituto”, bajo ese mantra, la calma de Batista y el carisma de Soteldo, todo parecía ir viento en popa. Incluso muchos hinchas hablaban con seguridad de ganar la Copa América. Por eso el discurso de Pulgarín era tomado como un profeta de la catástrofe, cuando siempre ha señalado cuando el rey ha salido desnudo del palacio. Entonces lo único peor del ¡Aquí no se habla de la altura! Es un ¡Aquí no se profundizan los problemas! La fe como la medida de todo. La Vinotinto una religión que no acepta revisionistas.

 

El fútbol no entiende de lógica. El martes se vence a Uruguay y la alegría se desbordará, luego de vivir un mes de agosto más largo que Peter Crouch. Pero ese periodismo que tanto crítica Marcelo Bielsa, esos terribles comunicadores que por lo mismo que te alaban luego te liquidan, tienen una incómoda labor. Ser los fiscales del poder. Despojarse del fanatismo y exponer todas las barajas de la carta. Lo cierto es que nadie le va a quitar esos nueve puntos a la Vinotinto, pero no es mentira que hay que hacer muchas cosas para que esa cifra suba. La altura abarcó la discusión, aunque el DT no la nombrara. Pero el funcionamiento es como ese carro que tiene un desperfecto. Aún rueda, pero si nos hacemos los sordos y no vamos al mecánico. Terminaremos llamando al mecánico y a una grúa.

 

PD: En los medios de Bolivia destaque que era complicado conseguirle pelos en la sopa a la gestión de King George. No entendía la necesidad de reelegirse en silencio como si se tratase de una junta de condómino de un edificio de ocho apartamentos y no una de las federaciones más importantes del país. Trajo a la tierra de Bolívar a Gianni Infantino y a Alejandro Domínguez. Fuimos sedes del Preolímpico 2024 y recibiremos el Sudamericano sub-17 2025. Pero un día habrá que preguntarle: ¿Qué hicieron para evitar que la Vinotinto fuese el conejillo de indias que estrenara El Alto como sede de Premundial? Con la esperanza de que los despachos de Sabana Grande sí se habló de la altura.

 

Luis Vílchez blog