El FutVe y el Juego: El análisis con el director técnico Daniel Sasso del UCV FC

 

Luis Vílchez @lvilchez8.- En la presente edición del seriado “El Futve y el juego” se cuenta con la opinión del estratega Daniel Sasso, en esta propuesta de hacerle una radiografía al balompié local desde el conocimiento de los directores técnicos venezolanos. El entrenador capitalino viene de firmar la permanencia de la UCV FC en la Liga FutVe, en lo que fue su estreno en la categoría de oro criolla. En el pasado estuvo en las categorías menores del Caracas y supo ganar la Serie Oro con el Deportivo La Guaira. Como muchos preparadores, surgió de las entrañas del Colegio San Agustín de El Paraíso.

 

Con amplio recorrido en las categorías menores desgranó los aspectos que han hecho que el fútbol nacional creciera en ese aspecto. Con pasado en las selecciones nacionales sub-17 y sub-20, explicó la gran producción de extremos en el país y la necesidad de poner la lupa en el sector defensivo. También ahondó sobre la importancia de los cuerpos técnicos en el profesional y la necesidad de psicólogos como una pieza clave en el campeonato. Asimismo, reveló el secreto de la producción de entrenadores de primera división en el Colegio San Agustín de El Paraíso. Estos y muchos otros temas se abordaron en una extensa conversación.

 

¿Cómo se vive la transición de las categorías menores a un primer equipo? Tuve la suerte de haber pasado por la mayoría de todos los escalones de lo que es la carrera del entrenador. Comencé en el Colegio San Agustín donde dirigí desde el PreB hasta juveniles. Luego tuve la suerte de estar en el Caracas FC con la sub-14, en el Deportivo La Guaira con la sub-16 y sub-20, varios procesos de selección nacional, tanto sub-17 como sub-20, para luego tener esta oportunidad de dirigir a la UCV en primera división.

Al estar en todos los escalones del balompié formativo me dio la posibilidad de conocer al fútbol menor de este país. Al estar en varias instituciones me dio la oportunidad de abrirme a nuevos conocimientos y de referenciar a muchos jugadores. Ahora en UCV tengo la suerte de que una gran parte de la plantilla la había trabajado en inferiores en mis experiencias previas: Colegio San Agustín, Caracas, Deportivo La Guaira y algunos en la selección. Tenía amplio conocimiento del equipo y eso hace que el trabajo sea más fácil para la adaptación a la primera división. Era como seguir el proceso de la sub-20 campeona con el Deportivo La Guaira. Gracias a Dios se han dado los resultados.

 

¿Dónde está el secreto del Colegio San Agustín del Paraíso que no solo produce jugadores, sino entrenadores para la primera división? El profesor José Hernández en su momento tuvo una camada de entrenadores, que todos éramos surgidos del colegio, no solo que estuvimos como directores técnicos, sino que estudiamos ahí. Teníamos un sentido de pertenencia muy importante. Él nos creó una ideología de competitividad interna. Además de competir con los demás colegios lo hacíamos entre nosotros, para ver quién podía ser mejor u obtener resultados más favorables. Eso lo inculcó José Hernández, que nos mantuvo en esa línea.

Ser entrenadores competitivos, que a pesar de la categoría o la división que tuviéramos, buscáramos ser ganadores. Siempre bajo su manera de trabajar y su ideología de entrenamiento, porque sabemos que José Hernández es uno de los entrenadores más preparados de este país. Tratamos de absorber todo eso, luego cada quien individualizarlo según su personalidad y sumar cada vivencia con otros entrenadores. Eso hizo que hoy exista esa gran camada de entrenadores en la primera división.

 

Usted que conoce las categorías menores del país. ¿Hay un crecimiento continuo o, aparte de los efectos del parón por la pandemia, ha habido un estancamiento? A mi parecer la pandemia opaca un poco lo que han sido las categorías menores, porque fue de lo que más afecto. Pero sacando el tema de la pandemia, el fútbol formativo de Venezuela vive un crecimiento importantísimo. Considero que la regla del juvenil nos ha ayudado a ser competitivos en el tema de selecciones juveniles. Anteriormente un jugador con 17-18-19 años llegaba a enfrentar partidos internacionales sin rodaje en la primera división, cuando los rivales tenían 10, 15 o 20 encuentros en su primera división.

Hoy el jugador venezolano que llega a un torneo sub-17 o sub-20 lo hace con muchísimos partidos de primera división y eso ha dado de qué hablar en la parte de las selecciones menores. Todo esto desemboca que el fútbol venezolano ha crecido muchísimo, lo ha hecho a nivel de entrenadores. Obviamente creo que podemos mejorar, porque todavía tenemos que cambiar un poco el chip y entender que el entrenador de categorías menores es más formador.

Quitarle un poco la parte competitiva, sobre todo con los niños, y ponerle más atención en la formación. Pero se ha crecido a nivel de jugadores, estructuras y entrenadores. El conjunto de instituciones ha entendido que es el sector donde tienen que invertir, porque es más fácil tenerlos desde las categorías menores, que cada año tener que buscar jugadores afuera o en otros clubes.  Hoy por hoy hay inversión y búsqueda de talentos, en su ciudad o sus zonas aledañas de los mejores prospectos. Eso ha hecho que el fútbol venezolano está creciendo a nivel de categorías menores.

 

 

¿Qué bondades tiene el fútbol formativo en la capital entre las ligas colegiales y la gran cantidad de equipos en primera división? No es solo Caracas FC, ahora hay muchos elencos en la categoría de oro y en la segunda… Antes, como tú lo dices, un muchacho de 15 años tenía dos o tres opciones para jugar al fútbol profesional en Caracas. Hoy por hoy, la cantidad de escuelas, colegios, clubes que tienen fútbol ha hecho que pase a ser el deporte principal. Hace muchos años el principal era el beisbol y ya ha cambiado en menores. Al ser la capital, mucha gente del interior viene a buscar trabajo y se trae a los hijos. Muchos clubes tienen jugadores de afuera, que desde tempranas edades lo tienen en la casa club.

Al jugador le interesa, porque hay ciertas comodidades, a pesar de toda la situación país, Caracas es la ciudad con menos problemas en la parte de gasolina, de agua y de luz. Eso hace que sea una vitrina, que estés donde todos quieren estar. No es solo fútbol menor lleno de caraqueños, sino que ahora tiene jugadores (14-15-16 años) del interior haciendo vida en los diferentes clubes. Obviamente la competencia se hace más grande.

 

Usted me corregirá está percepción, pero: ¿Por qué nos cuesta tanto sacar delanteros del biotipo de Daniel Mosquera (Delantero colombiano de la UCV)? La mayoría son importados y la excepción de la regla es Salomón Rondón… Justo lo hablaba con unos colegas, que eso para nosotros pareciera ser un tema generacional. Hoy por hoy el fútbol venezolano está sacando extremos, en una cantidad importante. El jugador criollo hoy es fuerte en el 1 contra 1 y en velocidad, no tanto como ese delantero que buscamos que sea grande y que pueda jugar de espaldas. Pienso que es un tema generacional y que, en la actualidad, el fútbol venezolano en categorías menores está pasando mucho por lo que es el juego reducido, fútbol 7 y fútbol sala.

En lugares de menos capacidad económica te juegan más fútbol sala y te crea un jugador más dinámico, versátil, más encarador, mejor técnicamente en el 1vs1. Por ahí vamos viendo que el jugador venezolano transita más hacia ese camino, como son los extremos y jugadores veloces. Podría ser más un tema generacional, porque, por ejemplo, hace años nos costaba sacar un lateral izquierdo y hoy han salido un poco más.

    

Entendiendo que los extremos es la posición más robusta tanto en la Liga FutVe como en la selección. ¿Cuál es la forma de jugar en la que se le puede sacar más provecho a este juego por banda? Eso dependerá de cada equipo, y lo que arme en el principio de temporada. Nosotros al llegar a la UCV coincidimos que teníamos un grupo bastante joven y con un potencial ofensivo muy importante. Pero la característica de la mayoría de los jugadores que tenemos en ofensiva es que van hacia adelante, son verticales, fuertes en el 1 vs 1 y rápidos. Tratamos de apostar a eso, a buscar la habilidad de los jugadores por banda y ser un poco más verticales. Trabajar el contragolpe.

Tenemos poca posesión de la pelota, pero cuando la tenemos buscamos ser profundos por fuera, ser amplios para generar esos duelos por banda y terminar por dentro. También tenemos delanteros importantes, no solo contamos con (Daniel) Mosquera, sino que tenemos a Rodrigo Febres que es un tipo con buena talla, sabe jugar de espalda y buen juego aéreo. También a César Salazar, que tiene esas mismas características de Rodrigo, pero con un poco menos de jerarquía. Con otro que podemos contar por dentro es Ronaldo Peña, que también tiene una buena talla. Apostamos a las transiciones rápidas.

El fútbol venezolano es de transiciones rápidas, tenemos jugadores para jugar de esa manera. Si no los tuviéramos tendríamos que modificar. Pienso que tenemos que adaptarnos a lo que tenemos, porque puedes tener una idea, pero debes adecuarla a la calidad de jugadores con los que cuentas. En nuestro caso apostamos a la virtud de nuestros jugadores: rápidos, profundos y buenos en el 1 vs 1.

Hasta hace pocos meses estuvo en el cuerpo técnico de la selección nacional sub-20, lo que le permitió tener peinado el mercado de jugadores criollos. ¿Aparte del extremo que otra posición es la que se produce una gran cantidad de jugadores? ¿Cuál sería la demarcación donde hay que dedicarse más para ampliar el universo? Hablo de manera personal, porque tuve la oportunidad de estar en este proceso sub-20 de categorías 2001-02-03, y hablaré directamente de generación. Hoy por hoy con esa camada no solo tenemos muy buenos extremos, sino muy buenos delanteros centro. El caso de Jovanny Bolívar, Junior Paredes, Edson Rivas. Muy buenos delanteros centros y sabemos el potencial de jugadores que tenemos por fuera. Además, tenemos muy buenos jugadores en la mitad de la cancha, como es el caso de Anderson Contreras, en Caracas (recientemente fichado por la Universidad de Chile); Abraham Bahachille, en Metropolitanos; Leomar Mosquera, en Zamora.

Tenemos muy buen talento para exportar de mitad de cancha para adelante. Creo que esta generación (2001-02-03), que lastimosamente se pierde participar en una competición sudamericana sub-20, su punto débil y donde más deberíamos fortalecer es la línea defensiva. Tenemos pocos centrales, a pesar de contar con Andrés Ferro y Carlos Vivas, que juegan permanentemente en primera división. Pienso que es donde se puede buscar la mejoría, porque ofensivamente tienen muy buen potencial.

 

 

¿Lo que estamos produciendo en la actualidad invita más, tanto en clubes como en selecciones, a una identidad más de transiciones que lo que se pudo ver hace dos décadas, con otro perfil de jugadores, con el profesor Richard Páez (más posesión y la posibilidad de los tres zurdos en zona de creación)? Pareciera que vamos por ese camino.  Hoy contamos con jugadores como el caso de (Yeferson) Soteldo, que sabemos la verticalidad que tiene. Hay muchos jugadores con ese potencial. Ahora observamos a Matías Lacava y ves donde está (Santos, Brasil), que es un jugador muy parecido. Pienso que esta generación de relevo viene así: fuertes en el 1 vs 1, muy habilidosos, que generan duelos, que ganan línea por fuera.

Entonces parece que el futuro del fútbol venezolano va a estar ligado a esa manera de jugar. Todo va a depender del entrenador en ese momento, de la ideología que le demos al juego, porque nos vas a llevar 40 jugadores a una selección de las mismas características. El seleccionador buscará los perfiles que le gusten y que crea necesarios para su idea de juego. A diferencia de un club, que son los jugadores que tienes y luego podrás hacer una que otra incorporación en el mercado. En selección el abanico es mucho más grande para la escogencia. Pero nos podemos hacer fuertes en esa faceta.

 

¿Qué caracteriza esta hornada de nuevos entrenadores, en la que lo incluyo, todos menores de 50 años y que incluso han ganado estrellas? ¿Qué han traído de nuevo a la liga?  Te lo pondría responder con lo que comentaba del Colegio San Agustín, la mayoría de estos entrenadores de los que hoy hablamos menores de 50 que hayan ganado, son tipos que respeto y conozco mucho. Caso de Jhonny Ferreira y Francesco Stifano, que son compañeros de trabajo con los cuales compartí muchísimo. Somos entrenadores que llevamos procesos de categorías menores desde muy pequeños, tenemos muchos años en esto. Trabajaron en categorías menores con niños desde los cinco o seis años. Pasamos por todos estos escalones y nos da un conocimiento, no solo del juego, sino de vivir todo el fútbol menor y esas experiencias llevarlas al fútbol de primera. Uno pasó por cosas buenas y malas. Todo esto sirve para corregir errores, no repetir cosas malas.

Hay entrenadores que hoy por hoy están llegando directo a estar un poco más arriba y al no vivir esto de categorías menores te va a hacer falta, para mí entender. Este proceso de entrenadores jóvenes que estamos en el fútbol profesional, la mayoría o el 90 por ciento, hemos pasado por todos los escalones del fútbol menor y por eso, en la actualidad, se dan estos frutos. Son personas preparadas, como los dos ejemplos que te di (Jhonny Ferreira y Francesco Stifano), que trabajan desde hace muchos años y fueron ganadores siempre. Ganaron en categorías menores, en selecciones de Distrito y eso te da tipos competitivos. Hoy lo demuestran en el fútbol venezolano y Francesco en el fútbol internacional.

 

Para el fanático y la prensa. Más allá del bagaje de dirigir muchos partidos en el fútbol menor, ese ensayo y error, ¿Cuánto importa esa preparación académica, esa teoría en las aulas? Antes en Venezuela era un poco más difícil. Ahora hay una mayor participación del colegio de entrenadores.  Anteriormente los intervalos entre cursos eran mayores, hoy hay más cursos y disponibilidad en línea. Puedes hacer muchos estudios, pero tienen que ser avalados por cada federación, dependiendo del país donde estés. En el país tenemos la Licencia Conmebol homologada, eso hace obligatorio que te prepares con los cursos de la Federación (Venezolana de Fútbol). No es solo pararse el día domingo en la raya y dirigir el equipo, tienes que prepararte a todo nivel.

Puedes hacer cursos internamente como por fuera, presenciales y no presenciales. Pero siempre tiene que terminar haciendo los cursos de cada federación para terminar siendo homologados. Creo que con el cambio en la FVF y la presencia del profesor Modesto (González) llevando la parte de los entrenadores, esto va a mejorar cada día. El entrenador necesita que tengas una preparación continua. No podemos conformarnos con que hicimos el curso y ya, tiene que trabajarse el día a día. Si bien es el mismo fútbol, siempre hay actualizaciones y cambios. Para mi ese tema en la FVF tiene que mejorar y lo va a hacer con la gente que está llegando, para que haya más continuidad. 

En mi época estabas hasta un año sin hacer un curso. Hoy por hoy es más continuo y se mejora la preparación, porque hay muchos más capacitadores o entrenadores de categorías menores. Hay cursos que se han hecho en el CNAR de Margarita, que son directamente para preparadores de arqueros o preparadores físicos. Todo eso te da la posibilidad alistarte de la mejor manera para ser técnico de la primera división. 

 

Hago un mea culpa porque siempre se habla de jugadores y de los entrenadores, pero no del resto trabajadores de un primer equipo. ¿Cuánto han crecido los cuerpos técnicos en Venezuela y las profesionales que los integran? ¿Qué tan importante son para un entrenador principal? El cuerpo técnico a nivel de categorías menores, cada vez se profesionaliza más. En mi oportunidad, cuando arranqué en el Colegio San Agustín de El Paraíso, uno como entrenador hacía de todo. Era entrenador, preparador físico, utilero, delegado, psicólogo, etc. Cuando creces y entras a la liga nacional te das cuenta de la profesionalización de las categorías menores, porque a nivel sub-14 tenías un preparador físico y demás.

En primera división, el cuerpo técnico es sumamente importante. Cuento con una persona como Dustin Valdez, que me ayuda muchísimo con aspectos que no tuve al no jugar en el profesional. Me colabora en el lugar donde yo no llegué. También contamos con el preparador físico Hugo Rodríguez, que estuvo en diferentes equipos, fue campeón con Zamora y estuvo con Puerto Cabello en Copa Sudamericana. A pesar de ser un cuerpo técnico joven, son personas con bastante rodaje en el fútbol venezolano.

Tú te rodeas de personas que te ayudan en todas las facetas. Los cuerpos técnicos cada vez son más grandes. Cuentas con nutricionistas, fisioterapeutas, médicos, los utileros, que la gente no sabe la importancia de un utilero en un club; con la gente de vídeo, preparadores de porteros. Casi que el cuerpo técnico termina siendo más grande que la cantidad de jugadores, eso te da una herramienta importante de trabajo. Tú como técnico, como cabeza de grupo, tienes que saber de todo, pero después te toca delegar muchas cosas, aunque al final tomas las decisiones.

 

En una Liga FutVe donde la paciencia no es mucha, se presume que, por las necesidades económicas, la palabra proyecto poco se cumple ¿Qué entorno hay para que un entrenador cumpla un proceso en un club? Es como dices, una palabra difícil. Las necesidades de cada institución pasan por la parte económica del club y del país, que genera una dificultad para que los procesos se cumplan como debería ser o como en otros países. Para el entrenador se hace muy difícil, porque si no das resultados rápidamente la institución trata de buscar una solución para poder cumplir sus objetivos y ganar dinero.

Para el entrenador cumplir un proceso largo es bastante difícil en el país. Pero pasa por la parte económica que el club no se permite relajarse y perder el enfoque rápidamente con los resultados. No es el deber ser, pero lo vivimos. No solo venezolano, sino sudamericano. Ves el fútbol argentino y pasa lo mismo. 20 fechas en el torneo y nueve cambios de técnicos. El fútbol sudamericano no respeta procesos, porque los tiempos no dan para que un club sienta que un proceso largo lo puede llevar a cabo con el nivel económico del país.

Pero, repito, ese es el deber ser: respetar un proceso largo, inculcarle la idea a la institución, trabajar desde las categorías menores, para luego ver frutos más adelante. Hoy en primera división trabajas con 15 juveniles, que muchos no están ni fichados, pero ya entrenan con el profesional y eso tiene que ser un proceso para luego ver los frutos. Al final los resultados te marcan si puede haber un proceso largo o no, lastimosamente.

 

El tiempo efectivo y el ritmo de juego contrasta con el del resto de Sudamérica. Tengo dos premisas, capaz están erradas. La primera es que, si tenemos un fútbol con muchos juveniles, donde predominan los extremos y los 1 vs 1, uno puede pensar que la dinámica del partido debe ser de ritmo alto. Pero la otra forma de ver la situación, es que, al ser un campeonato con mucho talento bisoño, hay muchos errores como pérdidas reiteradas del balón, naturales en el proceso del desarrollo del futbolista joven. ¿Coincide en alguna? ¿Cómo explicar el tema del tiempo efectivo en Venezuela? Está bien lo que dices. Al fútbol venezolano ser uno que genera mucho los 1 vs 1, se producen muchas faltas. Es un campeonato donde el tiempo efectivo es corto, ya que las demoras vienen por la gran cantidad fouls y estos se dan porque hay mucho roce en esos 1 vs 1. También por la necesidad de un resultado, hace que el jugador sea muy competitivo y se la juega por ganar el partido como sea. Si estás ganando, empiezas a tardarte para salir o tirarte en la cancha, que, obviamente, no es el deber ser.

Pero eso te lo da la necesidad de un resultado, de meterte en una copa (internacional), para que el club pueda continuar y generar dinero. Esto que hablamos hace que, de repente, el fútbol tenga esta pausa por faltas, además al tener muchos jóvenes hay mucho error. Pero es algo, que a mí entender, se va a ir mejorando porque cada día tenemos mejores jugadores. Esto cambiará a mejor en el tiempo, porque los procesos y el trabajo cada vez es más óptimo.

 

Llegó a un equipo con dificultades y lo logró salvar del descenso. En un balompié donde los jóvenes crecieron con el teléfono en la mano y muchas distracciones, con pocos espacios para jugar ese fútbol de la calle. Jugadores que prefieren ver Instagram antes que un partido. Y le sumamos que su entorno vive unas dificultades él y su familia, que en 2015 no eran tan pronunciadas. Con todo este cóctel, ¿Qué tan importante es el factor motivacional y psicológico en la Liga FutVe de hoy en día, más allá de lo físico o lo técnico-táctico?  ¿Cuánto influye tener al jugador motivado y con la mente despejada? Nosotros como institución y cuerpo técnico apostamos mucho a eso. La parte psicológica, hoy por hoy, es sumamente importante en el fútbol venezolano. Exageradamente importante. No solo a nivel del juvenil, sino en general del grupo. ¿Por qué? Porque hay muchas interrogantes que uno se puede plantear. En los clubes que estás 100 por ciento al día (con el pago) te juega a favor, porque el jugador está tranquilo y sabe que le va a llevar comida a su familia. Pasa desde el que tiene mayor edad hasta el juvenil.

La parte psicológica hoy en día juega mucho, en contra y a favor de las instituciones. La manera cómo viajas a las ciudades donde vas a jugar, los hoteles que llegas, todo eso te va jugar en pro o en detrimento. Cuando el jugador entiende que tiene todas las comodidades para realizar su trabajo, te va a rendir más. Pero cuando no tiene las condiciones económicas y de vida correctas, al momento de jugar tiene otra cosa en la cabeza. Si comió la familia o no está bien, todo eso te va a jugar en contra. Cuando tienes un jugador al día, con las condiciones medianamente correctas y haces las cosas bien, se te hace más fácil conseguir los resultados.

Creemos que la parte psicológica del jugador venezolano es sumamente importante. Por eso se suma un integrante más al cuerpo técnico, porque la mayoría contamos con un psicólogo o coach, que son fundamentales.