Javier Vidales, un genio desconocido por el fútbol venezolano
Por Luis Vílchez @lvilchez8.- La masificación del fútbol venezolano tuvo un antes y un después con el Boom Vinotinto, en la era de Richard Páez. La selección nacional acapara los corazones de la población, que puede recitar sus onces iniciales sin problemas o incluso cuestionar al seleccionador por una que otra ausencia.
La liga local aún lucha con los gigantes europeos por la atención que estos imantan con sus astros desde la tv. El nivel cultural en lo futbolístico ha crecido; sin embargo, si en la mayoría de los estadios se pregunta por Javier Vidales pocos sabrán responder quién es, pero si se les dice que el director de las categorías menores del Atlético de Madrid y ama Venezuela, capaz crearan que estás bromeando. Lo primero es una lástima (una falta reconocimiento que ha sufrido hasta Omar Pastoriza), lo segundo ha sido una bendición para el balompié al contar con este exponente.
Vidales es conocido internacionalmente por crear el Método Direccional, una metodología de trabajo que tiene una visión integral del futbolista y que sedujo a la nueva directiva colchonera. El resultado ha sido inmediato y la temporada pasada el juvenil A de los rojiblancos logró un doblete inédito para el club en fútbol base: Liga y Copa. A pesar, de todo esto se habla poco de Vidales y su paso por Venezuela donde vive su familia.
El estratega reside en el exterior, pero en Semana Santa al igual que en diciembre viene a visitar a los suyos en Valencia, estado Carabobo. Este genio del balompié hispano le abrió las puertas de su casa a Balonazos para hablar del fútbol venezolano y sus bondades.
Un enamorado de Venezuela
Su amor por Venezuela nació desde su luna de miel, ya que el país caribeño fue la sede del viaje de los novios. El destino los volvió unir cuando Juan Mata (agente y padre del jugador del Manchester United) le dio el “chivatazo” (información) de un muchacho muy joven que había debutado en Aragua, cuando trabajaba con Las Palmas. Ese chico no era otro que José Salomón Rondón y Vidales fue clave para que el “Gladiador” diera el salto al Viejo Continente. Ese fue el segundo llamado de la tierra de Bolívar.
El tercero se presentó en su oficina cuando trabaja en Mareo, complejo deportivo del Sporting Gijón. La persona fue Rafael Lacava, quien viajó para convencerlo de que uniera al proyecto formativo de la Academia Puerto Cabello. Los porteños ya lo habían contactado, pero el viaje del directivo fue una muestra de interés lo suficientemente fuerte para aceptar la propuesta. Corría 2013 y Vidales regresó a Venezuela para promulgar el Método Direccional y repartir su conocimiento.
La herramienta más importante es el balón
Para el estratega español la escuela del fútbol tiene los siguientes materiales: el balón como lapicero, los campos como libretas y los buenos profesores como los libros textos. Cuando llegó a Puerto Cabello se llevó la sorpresa de conseguir pocos balones y en mal estado, pero sí había varios paracaídas para entrenamiento físico. Él concibe el fútbol como algo sencillo, no hace falta tecnología ni tantos jugueticos, solo balones. “El balón es mágico, tú lo tiras en un parque y todos los niños lo van a perseguir. Es como el flautista de Hamelín”, soltó el DT.
Con el tema de los balones solucionado y las canchas en buen estado, su siguiente paso fue educar a los formadores. “Si te digo que estaban bien cuando llegué sería mentir y mentir nunca es bueno. Se les hizo un proceso de formación y hoy tienen un nivel que no desentonaría en el Atlético de Madrid (…) Cuando vieron, con el tiempo, los videos de sus primeras clases se rieron muchísimo de cómo estaban y se dieron cuenta de cuanto había avanzado”, confesó Vidales. En estos procesos de captación en Puerto Cabello detectaron jugadores como Claudio Fraga, que ha debutado en primera división.
Un sueño en Margarita
Con el pasar del tiempo la inversión en el cuadro porteño dejó de cumplir con ciertos requerimientos que exigía Vidales y se dio su separación. Pero con Venezuela no hay divorcio posible e hizo sus maletas a Margarita. Allí encontró a la Academia Dynamo de Margarita, donde recalaron muchos entrenadores que formó en Puerto Cabello. De la mano del empresario Ricardo Negrín se sumergió en esta aventura financiada por capital privado.
Vidales explicó que en España sucede un fenómeno y es que los clubes entrenan 90 minutos por motivos económicos y no deportivos, porque tienen solo tres canchas y vieron que pueden cobrar mucho dinero al crear muchos equipos de categorías menores. El tiempo no rinde para tantos conjuntos y tan pocos campos, por eso esa determinación. En Dynamo contaba con los chicos tres veces al día: antes de ir al colegio, después del colegio y luego en la tarde. Un sueño para el estratega, imposible en su tierra.
Para el español el fútbol puede cambiar el mundo por su carácter igualador y como es practicado en todas partes del mundo, hecho que comprobó con sus viajes con el Atlético Madrid. Por lo cual, enseñar valores en las categorías menores ha sido vital. “Muchos padres ven en el fútbol la tabla de la salvación de la pobreza, mientras más piensen en fútbol y menos en dinero les irá mejor. Yo les digo a los niños que no miren al suelo, donde están las monedas, en este caso bolívares, sino que levanten la cara y vean el horizonte”, expuso Vidales.
También habló de educar a los representantes de los niños. “Yo les digo a los padres que me ayuden a tener el niño concentrado para las dos horas que lo tengo, que yo los ayudó para que sea mejor en la casa las otras 22 horas. Les pregunto cómo se portan en la casa, porque él que no colabore en las labores domésticas no juega”, argumentó el entrenador.
Una mina de jugadores
La pasión por la formación ha sido su motor durante este tiempo. “Los paisajes y las miradas de los niños venezolanos es lo que me ha enganchado. Ponen los ojos como cascadas que te llevan directo al corazón”, reveló Vidales. Desde su etapa en Puerto Cabello, el español descubrió la elasticidad del venezolano, ya que después de arduas sesiones de entrenamientos ninguno de los niños se lesionaba.
“El jugador venezolano tiene la técnica europea con la potencia africana, pero con el toque de la picardía caribeña (…) aquí a los tres años el niño está bailando, allá (Europa) en andadera; la persona de 80 años también baila, allá (Europa) en silla de ruedas, aunque aquí también en silla de ruedas bailan. Una coordinación y cantidad de fibra blanca envidiable”, aseveró.
El entrenador entiende que en Venezuela hay muchos jugadores “silvestres”, pero hay que dejarles ese toque de creatividad y no cercenar la creatividad. “Si el entrenador de Messi le decía a los seis años que no driblara y que pasara el balón, no hubiésemos perdido de un gran jugador”, reflexionó. También afirmó que los entrenadores son claves, ya que los niños son muy visuales, por ende, es clave que los DTs en formación sepan que es un buen control orientado y un buen pase. Cabe destacar, que uno de los fundamentos del Método Direccional es el control, de nada vale la capacidad cognitiva ni otros aspectos si se controla mal un pase.
Este toque de picardía es clave y se ha perdido, se ve en los Mundiales. “Brasil falló en buscar tener jugadores como los europeos, cuando allá los queríamos a los suyos como Zico. En Argentina se olvidaron de la formación. Solo Uruguay no ha olvidado su esencia y por eso está teniendo resultados”, analizó Vidales. Para el entrenador no es importante los silvestres que sea el jugador, porque entra en el rubro de lo “entrenable”, él busca lo “no entrenable” que es esa coordinación, potencia física y creatividad.
“En el Ajax fichan a un niño si: lo ven driblando, aunque falle, o hacia algo diferente al resto, porque saben que es creativo y el resto lo pueden pulir”, argumentó el estratega. Otro punto en común de su metodología de trabajo es la forma de ver el fútbol de Diego Simeone. “Hay tres aspectos, dos innegociables y otro que sí. El primero es el esfuerzo, no se negocia, si no se esfuerza con todo es porque se está lesionado o enfermo, por lo que se le debe avisar al entrenador para que juegue otro. El orden táctico, tampoco se negocia. El rendimiento individual sí se negocia, porque un día puedes estar con más autoestima que otro. Con los primeros dos no pierdes, con el tercero ganas”, dijo Vidales.
Venezuela-Atlético de Madrid
Su llegada al Atlético de Madrid, se dio tras una charla de entrenadores que un directivo del club y supo que Vidales era el indicado para llevar las categorías menores. Tras declinar la oferta en diversas ocasiones, aceptó. La familia se quedó en Carabobo (esposa y tres hijos) y él enfiló para Madrid, donde va usualmente a restaurantes venezolanos a comer cachapas. En su lenguaje adoptó la muletilla “vaina”, ese término multiusos muy criollo, que se escucha en las oficinas colchoneras. “En las reuniones del Atlético de Madrid ya se dice vaina”, confesó Vidales.
Pero esa conexión Venezuela-Atlético puede llegar a tener un punto alto gracias a un jugador formado en el Dynamo. ¿Cuál es el mejor jugador que ha visto? “Está por venir y se llama Fernando Gutiérrez, pero todos le dicen ‘Nando’, y mira que he visto a Luis Enrique Martínez, David Villa y Jorge Meré”, soltó Vidales, con una sonrisa de oreja a oreja de quien sabe que tiene una joya entre manos. ¿Lo ha visto Simeone? Asiente con la cabeza. ¿Qué ha dicho? “(hace una pausa, pero aún con la sonrisa aún tatuada) dice: ‘y este por qué no está jugando’, y se le explicó que por papeles y por edad aún no puede”, soltó Vidales. El español aseguró que “Nando” es volante, pero lo están probando en todas las posiciones y no ha desentonado con el nivel europeo.
La clave para ser potencia
El consejo de Vidales para el balompié venezolano es crear un equipo con los mejores de cada país en las categorías formativas (sub-15, sub-17 y sub-20). Luego de hacer un scouting en cada estado, formar esos elencos de 20 jugadores, que puedan entrenar todos los días y tenerlos monitoreados. Una suerte de Vinotinto FC, que sería inédita en mundo. Que este elenco participe en los campeonatos juveniles, como la Serie Oro. Para el español eso haría que Venezuela sea una potencia mundial en fútbol. Si bien le parece excelente la posibilidad de que se cree una liga sub-23 de equipos de primeroa, no será suficiente. Lo otro que recomendó es establecer que lo equipos tengan que invertir un 10 por ciento de su presupuesto en formación, pero entiende que estas dos medidas tienen que ser políticas que bajen desde la Federación Venezolana de Fútbol.
Desde Europa incentiva a sus colegas que pongan el ojo en Venezuela, un país en el cual se siente como en casa. El fútbol se le sale por los poros y cada palabra que soltaba iba impregnada de conocimiento. La taza de café con la que se inició la charla se enfrió, pero era preferible un poco de cafeína tibia que cometer el pecado de no prestarle atención a este pedagogo del balompié. Un caballero de esta disciplina que le abrió las puertas de su hogar a Balonazos, como Venezuela se las abrió a él. Una conversación en la que voló el tiempo, sobrepaso el tiempo estipulado, por eso desde este portal web le agradecemos la amabilidad. Un tipo sencillo, familiar, atento y, si no es por el acento, es un venezolano más. Un genio que no debería pasar desapercibido en nuestro balompié.