José Hernández: “El fútbol venezolano tiene una necesidad de mejorarse”
Luis Vílchez / @lvilchez8.- Cada día hay una nueva polémica alrededor del fútbol venezolano, pero poco se habla del juego. Hace meses atrás que no se patea un balón en un campo criollo. Pero en medio de tanto ruido desde las oficinas, la cuarentena puede ser un buen momento para reflexionar sobre la actividad. Intentar resolver varias interrogantes, tales como: ¿Qué caracteriza al balompié de la tierra Bolívar? Para intentar despejar esas dudas y debatir sobre esta disciplina apasionante y que amerita su análisis, en Balonazos conversamos con José Hernández, actual seleccionador nacional de la categoría sub-20 y entrenador con una dilatada trayectoria en categorías formativas y profesionales. Un profesor de entrenadores.
¿Algunos vicios detectados en esta radiografía? “Se juega mucho al pie y poco al espacio; no se busca llegar a línea fondo, cuando lo hace es para enganchar y si centra generalmente no son buenos centros; la falta de centros atenta contra la preparación para atacar segundas pelotas; se excede en la conducción, no patea al arco y solo lo hace cuando se está solo, cuando se disputa el balón se tiene la tendencia de hacer mucho foul; se utiliza muchos pases cortos y el pase no llega con fuerza, se corre hacia atrás y hay poca presión hacia adelante; se juega mucho por delante de las líneas defensivas y poco por sus espaldas, lo que provoca que el juego se lateralice y se juegue hacia atrás; se espera a que el rival se equivoque”, comentó Hernández, como parte de una charla extensa, pero nutritiva en conceptos.
Se le metió el bisturí al balompié criollo y se hizo un diagnóstico a fondo. “Partiendo de las deficiencias se puede mejorar”, soltó el estratega. Como dicen los terapeutas: el primer paso para curarse es reconocer el problema. Si el fútbol venezolano quiere ser cada vez más competitivo a nivel internacional debe mejorar y para eso necesita tener diáfano los aspectos de juego que debe pulir y potenciar.
¿Qué le falta al fútbol venezolano? Quizás la mejor respuesta que te puedo dar tiene un alto contenido filosófico, pero sintetiza muy bien lo amplio y complejo que podemos tener y es que, al fútbol venezolano, precisamente, lo que le hace falta es fútbol. Es decir, en sentido general, que todos: pensemos, decidamos, sintamos y actuemos en modo fútbol. Como dice un amigo mío, el fútbol necesita que lo quieran. También le hacen falta hombres de fútbol, porque está lleno de gente que se ha hecho necesaria, pero a la vez son contraproducentes para la actividad.
¿Qué fútbol venezolano veíamos previo a la pandemia y el año anterior? ¿Cuáles eran sus rasgos característicos? Primero te diría que contrario a lo que mucha gente piensa, el fútbol venezolano tiene rasgos y características que le dan una identidad. Con el hecho de jugar, que se produzcan una serie de acciones, reacciones y emociones, etc; hace que se genere una identidad, aunque no se tengan en conciencia que es así. Viéndolo de otra forma, en el mundo todo está ordenado por muy desordenado que parezca. Te lo voy a recrear de esta forma, en el fútbol no hay conceptos de juego que no se puedan hacer. Lo que existen son formas y cada uno escoge al momento de desarrollarlas. Estas formas están relacionadas con las características, el nivel y las capacidades de sus jugadores. Al final las diferencias están en los jugadores y sus capacidades, sobre todo, lo que surge de ellos a la hora de interactuar y en cómo (los entrenadores) le transferimos eso cuando vamos a competir.
El fútbol venezolano tiene mucha capacidad de lucha. El jugador venezolano le gusta enfrentarse continuamente, entiende y facilita la labor en dar respuestas colectivas de los condicionamientos que el rival le va proponiendo y eso es importante a la hora de competir. Tanto así que a nosotros internacionalmente nos valoran mejor desde el punto de vista de cómo competimos, que a lo mejor alguna individualidad. Cuando van a las comparaciones de las individualidades en otros clubes o países tienen un nivel distinto. Por eso llegaba a esta conclusión importante de determinar los rasgos del juego. El fútbol venezolano ha elevado su rendimiento a la hora de competir y eso se ha visto, con jugadores más competitivos, sobre todo que toman decisiones. Eso es muy importante cuando se compite, pero también hay que reconocer que debemos mejorar aspectos del jugador para que esa competitividad realmente trascienda con otro tipo de resultados. Esa responsabilidad es de quienes hacemos fútbol, porque al fin y al cabo los jugadores no son más que la expresión de lo que nosotros hacemos de ellos.
El campeonato tiene ciertos rasgos. Primero es un campeonato con componentes muy jóvenes: jugadores y entrenadores jóvenes. Eso atenta un poco contra alguna estabilidad, desde todo punto de vista. Nuestro fútbol se caracteriza por lo reactivo que es, eso tendrá alguna justificación (…) Realmente el nivel de competitividad del fútbol venezolano es perfectamente mejorable y debe mejorar. Cuando uno trata de valorar cuando un campeonato es exigente y competitivo hay unos elementos fundamentales a tomar en cuenta. Primero el nivel de ejecuciones que se produce a través de los jugadores en cada jugada, que es importantísimo. Segundo el alto nivel táctico que se pueda desarrollar, porque la verdadera táctica es la capacidad de los jugadores de tomar decisiones durante el juego. Luego para que ese campeonato sea realmente competitivo y exigente los niveles de oposición son importantes. En la medida que las diferencias a nivel futbolísticos entre los jugadores y de equipo sean menores, eso aumenta el rendimiento, la exigencia y la competencia de cada equipo.
Luego el entrenador como el sujeto que interviene. Son elementos fundamentales en los torneos realmente competitivos. Cuando hablo cómo interviene el entrenador es porque últimamente hablamos mucho que el futbol es de los jugadores, exclusivamente de los jugadores y depende de los jugadores, y es así. Pero el nivel de intervención es importantísimo, porque si bien es cierto que el fútbol de los jugadores, imagínate que muy importante podemos ser si nosotros somos los que escogemos a los jugadores y muchas otras cosas de cómo ellos se van a manifestar. La capacidad de intervención del entrenador juega un papel fundamental en ese modelo de exigencia y de rendimiento en lo que es la competencia.
Todos esos elementos tienen que ver con la formación de los jugadores, sus capacidades y la gestión del entrenador. El fútbol venezolano, en un sentido muy muy general, se caracteriza por una infraestructura que debe desarrollarse, porque la infraestructura es un factor fundamental para hacer fútbol. En segundo lugar, nosotros necesitamos potenciar el nivel de formación de jugadores y de entrenadores, porque son los protagonistas de la actividad. Por último hay que fortalecer el nivel de competencia para que el rendimiento del jugador siempre sea progresivo. De alguna manera, tener un fútbol mucho más competitivo a la hora de compararnos internacionalmente. A rasgos generales, al entrar en unos detalles que tiene que ver en cuanto al juego, las características te las va a dar el jugador con sus posibilidades y capacidades. Cuando uno habla en fútbol de una identidad a partir de un estilo, eso radica de una idea fundamental de juego, proveniente de los jugadores. No hay manera de consolidar o construir una identidad sin tomar en cuenta los jugadores y su posibilidad.
Nuestro fútbol en características en cuanto al juego es muy reactivo, un fútbol que se juega mucho al pie y poco a los espacios. Un fútbol muy marcado por la condición climatológica, eso hace que el ritmo, los tiempos efectivos y los reinicios tengan cierta lentitud, eso hace que cuando entramos en contexto internacional puede marcar diferencias. Esos aspectos del juego que los queremos transformar para que el fútbol sea de mayor nivel, más competitivo y exigente, necesariamente tiene que estar asentados en la formación del jugador. ¿Por qué? Porque tenemos que mejorar sus ejecuciones, sus tomas de decisiones, etc. Es necesario mejorar la formación para que mejoren estos aspectos del juego y a su vez crezca y mejore el fútbol venezolano.
Caracterizar con más exactitud se hace con una tarea que es muy sencilla y creo que sería importante que la hagamos, que es a partir de este momento a lo largo de una temporada hacer informes técnicos de nuestro campeonato, porque te van a delatar un poco sobre las características de nuestros jugadores, del juego que desarrollamos. También podemos ver comparativamente los otros informes técnicos, que normalmente se hacen en otros países, y puedes comparar: tiempo de juego, tipos de ejecuciones técnicas que son más preponderantes, las cosas sobre las cuales nosotros tenemos más debilidad que otra.
Por nombrarte una, el futbolista venezolano tiene la altísima tendencia a hacer foul y eso tiene que ver con que sus entradas en esos duelos, a lo mejor, no tiene el mejor nivel de ejecución para hacerlo y eso tiene que ver con la parte formativa, desde su propio posicionamiento, el ángulo de incidencia hacia el opositor y una serie de cosas que debemos mejorar. Pienso que para detallar bien esos rasgos que nos diferencia necesitamos muchas más herramientas para poder valorar. El resto es decir lo que podemos observar.
En el país capaz todo queda muy empírico y de forma oral, no hay ese marco conceptual y esas bases de datos, incluso como iniciativa de los clubes ¿Siente que adolecemos de esa recopilación de información? En todos los países futbolísticamente desarrollados es común realizar informes técnicos. Es imposible ver, saber y comprender dónde te has desarrollado si tú no registras tu actuación. La mejor manera de valorarla, identificarla y caracterizarla es precisamente teniendo datos que técnicos que te permitan observar tu desenvolvimiento. No solo a nivel de equipo, sino de campeonato. Tú cuando juegas una Copa del Mundo o en los Sudamericanos, que jugamos, se produce un informe técnico y ahí están detallados acciones por equipo, acciones a nivel general, estadísticas y datos que te permiten valorar cosas fundamentales. Es muy importante un informe técnico, porque te va a desnudar esos rasgos y esas características de fútbol, no solo en lo individual, sino a nivel de equipo.
Eso te permite que tú puedas corregir en las bases, sobre todo en la formación, aquellos aspectos en los cuales tus estas careciendo. Por ejemplos: los tiempos efectivos de Venezuela e internacional que hay una gran diferencia. Los tiempos efectivos en una zona son mayores que en otra, hablando de nuestro país, capaz por la influencia de la condición climatológica que hace que todo se haga más lento. Todas esas cosas seria interesantísimo desarrollarlas. No sé de los clubes, pero el que lo haga tendrá una tremenda ventaja sobre lo que son, lo que quieran hacer y a donde quieren ir. Forma parte del fútbol tener ese tipo de registro. De resto es quedarnos con las opiniones subjetivas que cada uno de nosotros tenemos y cuando eso pasa hay sesgos, porque la verdad tiene muchos dueños y eso no es lo que necesitamos realmente.
¿Por qué se juega tan poco tiempo efectivo en nuestro país? ¿Cómo solventarlo? El tiempo efectivo es uno de los elementos que marcan diferencias cuando pasas de la realidad local a la realidad del contexto internacional. A veces hay diferencias de 8-10 minutos de en un contexto al otro y eso es muchísimo. Eso tiene una carga en lo físico, mental y futbolístico bastante significativo. Para aumentar ese tiempo se debe tener el balón más en el campo y que no se produzcan tantas interrupciones. Para eso es necesario niveles altos de ejecución, tanto a la hora de gestionar el balón como a la hora de recuperarlo. Que no se produzcan tantas faltas ni balones que tengamos que quitar vayan a afuera. El venezolano en la disputa hace mucho foul en el campeonato interno.
En el fútbol de alguna manera se trata, a la hora de tener la pelota, de ir superando rivales y existe tres formas: regate y el drible, conducción o un pase. Por lo tanto, la correcta ejecución de estas tres formas te va a asegurar la duración del balón dentro del terreno del juego. Ahí la importancia de esas ejecuciones. Para garantizar la recuperación del balón sin incurrir en foul hay tres formas: anticipándote, interceptando y la otra es a través de la entrada, que se manifiesta mucho en los duelos. Vemos que el futbolista venezolano no es gran ganador de duelos y recurre mucho al foul, y resta el tiempo efectivo de juego. Tenemos que mejorar ese nivel de ejecución.
Lo segundo está en la correcta toma de decisiones durante los distintos tipos de contextos que se van presentado. Eso tiene que ver con la capacidad táctica del jugador, tanto individual como colectivamente. Eso garantiza secuencias de juego más largas. Minimizando las interrupciones y balones fuera que se puedan producir. Los terrenos de juegos que son una condición general y necesaria para que esas ejecuciones tengas posibilidades. En nuestro país tener óptimas condiciones de terrenos nos cuesta. Un mal terreno de juego te resta velocidad en el juego y eso genera en que tardes más en definir tus acciones técnicas, y favorece más las aglomeraciones y la posibilidad de interrupciones, de entradas y faltas. Otro elemento fundamental es el árbitro, para que el juego tenga continuidad y no haga tantas interrupciones innecesarias para sancionar un foul. Esa es una exigencia que les dan cuando pasan de niveles locales a internacionales, que tienen que dejar jugar más, dar más leyes de ventaja. Muchas veces el árbitro venezolano, cosa que creo que ha mejorado muchísimo, en el afán de controlar esa intensidad emocional del juego, prefiere detener mucho para llamar la atención para conversar o llamar la atención. No es bueno para los tiempos efectivos.
Luego otro aspecto que es muy característicos son los reinicios que son muy lentos, cosa que a nivel internacional es todo lo contrario. Eso tiene que ver, entre otras cosas, con las condiciones climatológicas. Cuando tu juegas a altas temperaturas todo se hace lento, inclusive los reinicios. Todas esas cosas las deberíamos ir mejorando, que es lo que nos va a hacer competir mejor internacionalmente. Finalmente hay una altísima influencia del entrenamiento y cómo se hace, a la hora de tener una intensidad y una dinámica distinta a la hora de jugar. En el fondo, somos lo que entrenamos y cómo lo entrenamos. A veces comparto opiniones con colegas y veo que los entrenamientos nuestros son excesivamente largos, que no quiere decir que sean más productivos o significativos, porque el verdadero objetivo es que sean adquisitivos y si lo puede ser en una hora y media, no es necesario que llegue a dos o dos horas y media, porque eso te obliga a hacer demasiadas pausas. El entrenamiento debe tener una dinámica que se acerque más a esa realidad de juego, en la cual el entrenador no detiene para intervenir. Excedemos muchos las pausas para intervenir y eso afecta la dinámica de la tarea y va en contra del objetivo final, que es alcanzar una intensidad que es el qué hacer de la competencia.
Hablaba de que juventud de jugador y del entrenador genera inestabilidad. La poca experiencia, rotación en las plantillas y las prisas, ¿atentan contra un juego más colectivo y los lleva a hacer un planteamiento reactivo, donde la preocupación principal es defender el cero? El hecho que tengamos un fútbol con jugadores muy jóvenes es circunstancial, porque se alargó mucho tiempo una generación, en las que muchos jugaron pasados los 30 años, algunos hasta los 40 años. Las generaciones de relevo no se sucedieron de manera normal. Luego está el gran éxodo de futbolista, que ha hecho que se incorporen y vayan sucediendo otras generaciones. Capaz no con la madurez necesaria que debería ser, pero es la realidad. Necesitamos cada vez más jugadores porque creció el número de equipos en la liga, para bien o mal (…) El hecho de que sean jóvenes, a excepción de que no cuentan con esa madurez, yo no creo que sea una gran limitante. Más que una limitante es una característica. Le dan al fútbol venezolanos rasgos como: una irreverencia distinta y un nivel de aprendizaje distinto.
El jugador joven se preocupa más por jugar que en el juego. Entonces es muy emocional, cuando vas madurando piensas más en el juego, en lo conveniente y no te dejas llevar por los impulsos. No creo que eso marque diferencia en cuanto a los estilos. La juventud te va a invitar a experimentar, pero al final a nivel de entrenadores y jugadores debe imperar saber competir. Eso tiene que ver un poco con tu propia formación (cómo sientes el juego, cómo lo has vivido, el sitio donde estés, tus experiencias previas, etc) y para los entrenadores depende los jugadores que tiene.
Que el fútbol venezolano sea más o menos asociativo, no creo que lo vaya a marcar ese aspecto de la juventud. El fútbol físico no existe como estilo, hay un futbol asociativo y uno menos asociativo y más directo. Capaz en Venezuela se juega más directo y menos asociativo, porque tenemos la tendencia de jugar aprovechando las malas ejecuciones del rival. Convertimos de esa manera el fútbol en más reactivo. Nosotros preferimos, en un sentido muy general, esperar propiciar el error del rival, porque tengas un posicionamiento de cuidar zonas y espacios, muy cercanos a tu arco, para después aprovechar una mala decisión o ejecución, luego apostar a ese fútbol de transiciones y de acciones mucho más directas, donde generalmente se puede producir la mayor cantidad de goles.
Yo he visto equipos que intentan hacer un futbol mucho más asociativo. Vi jugar un par de veces asociativo a Gran Valencia. Perdió los dos, pero hizo un fútbol bastante asociativo y tuvo una gran posesión de la pelota. También lo he visto en el Aragua. Los estilos no te van a garantizar plenamente el resultado, lo que te va a garantizar el resultado es que tu ejecutes mejor, de acuerdo con el estilo que hayas decido. En el fondo decimos jugar mejor que el rival es ejecutar correctamente las cosas que tú entrenas, entre semana, para el partido de ese domingo.
Pero ¿no siente que al no haber proyectos y tiempos para desarrollarlos, esas prisas obligan a buscar menos riesgos protegiendo tu arco y apostar por el juego directo? Lógicamente las urgencias en el fútbol no traen consecuencias positivas, sino que afectan contra el contenido que puedas tener, el aprendizaje y la buena toma de decisiones. Quienes actúan con urgencia probablemente no tomen el camino correcto. Puede suceder en algunos equipos. Cuando tu estas al mando de un equipo con jugadores jóvenes tienes que entender que el joven siempre va con urgencias. El joven quiere ir a alta velocidad siempre, pero para eso estamos nosotros, para que pongamos en su sitio esas características del jugador. Caer en esa dinámica, que muchas veces el entrenador de alguna manera entra en esa tentación, va a traer esas consecuencias de no consolidar proyectos, no se van a consolidar jugadores ni estilos. Por lo tanto, vas a estar lejos de alcanzar una identidad que te fortalezca.
En el mundo del entrenador, según mi concepto, el entrenador venezolano vive una generación nueva y joven, pero que a lo largo del tiempo sobre el entrenador venezolano hay muchos prejuicios. El entrenador generalmente se siente afectado por esos prejuicios que se tiene sobre él, cosa que me parece totalmente injusta, porque hay muy buenos entrenadores venezolanos, con mucha capacidad y jóvenes, que tienen todo un mundo por delante, que nos van a garantizar una generación de entrenadores de cara al futuro bastante importante. Va a depender de cada uno de cómo los va a manejar, cómo los vas a llevar. Porque si te dejas arrastrar por esos prejuicios negativos que hay hacia el entrenador, tú te vas a convertir en un personaje que vas a temer lo que vas a hacer, porque piensas mucho lo que va a decir el otro.
Cuando eso sucede, tú indefectiblemente lo transfieres al juego al tener un comportamiento reactivo. Suele pasar, lo que dices, te preocupas más por cuidar tu arco que buscar el otro. El tema pasa por pensar más en el resultado negativo que aspirar por el resultado positivo. Por eso es por lo que es importante esta generación nueva de entrenadores (…) No piensan en eso y los hace de alguna manera más propositivo. El entrenador joven tiene una forma de expresar sus capacidades distintas y creo que está más presto a aceptar las nuevas tendencias, las nuevas formas de competir, nuevas metodologías y modelos. También todo está en cómo participa el dirigente, porque debe tener esa visión. Si es inmediatista y anda con urgencias, seguramente se va a producir que el proyecto, que puede tener a larga duración, termina truncándose en el camino, porque los deseos pueden más que la razón.
De esta nueva camada que se deslastra de los prejuicios e innova ¿Cuál es su mayor virtud y qué deben corregir? ¿Qué les recomienda? Cuando se habla de entrenadores jóvenes no quiero excluir a los que han marcado un camino importante. Tan importante que son referente para estos jóvenes. Creo que la edad no determina en sí la potencialidad de un entrenador o su capacidad. Lo que de alguna forma determina es la posibilidad es como generación puedan consolidar en el tiempo, a través de una experiencia importante, una evolución que realmente se ponga en sintonía con las exigencias del fútbol y los hechos que vayan surgiendo. Esta generación joven la veo cada vez mejor preparada, con una capacidad de aportar al jugador, que obviamente va a enriquecer la actuación individual y el propio futbol. Me parece que tienen capacidad de innovación y de adaptarse a nuevos estilos. Aunque puedes tener 70 años e innovar en estilos, eso no tiene que ver con edad.
Son entrenadores que han empezado muy jóvenes, imagínate esta generación en 10 o 15 años. Con toda esta experiencia acumulada, lo que le pueden dar al fútbol. Todo depende de cómo ellos evolucionen. Tener ese talento no es suficiente, ese talento hay que ponerlo al servicio del desarrollo del fútbol, de su desarrollo personal y de los que intervienen alrededor de su trabajo. ¿Qué les recomendaría? Hace poco nos han dejado grandes entrenadores de otras épocas, como “Cata” Roque, mi papá (Nerio Hernández), entre otros. Y cuando escucho hablar de ellos entre colegas, los oigo comentar más de su condición humana, de su condición profesional, de su ética, de los valores que transmitía, que de los propios resultados que hayan podido tener. Más allá de tenerlos como gente referente. A la larga lo que va a permanecer siempre más allá de tu condición profesional, es tu condición personal.
Yo les invito a que no pongan en caminos distintos su valor profesional con su valor personal, porque eso los va a distinguir en el tiempo. Es inclusive lo que los va a hacer de alguna manera trascender de lo que puedan lograr en cuanto resultado. Hay un carácter humano que el entrenador no puede perder de vista, porque va a hacer que tu trabajo sea mejor. El futbol en esa parte está muy deshumanizado y la mejor manera de humanizarlo tiene que partir precisamente de los entrenadores, que en el fondo son motores, modelos de la actividad. Son en el fondo los grandes comunicadores y trasmisores de mensaje de la actividad. En ese camino me gustaría que apuntara no solo los jóvenes entrenadores, sino el entrenador en general.
Una liga no solo la conforma los entrenadores y jugadores nativos, sino con extranjeros. En los últimos años hemos visto triunfar a jugadores panameños y sureños que llegan de la segunda o tercera categoría de su país ¿Tiene que ver con que esas ligas son más físicas, donde el juego es más reactivo y las canchas no permiten juego asociativo? No estoy de acuerdo con el término de que nosotros somos una liga física. Somos una liga que tenemos unas características en cuanto a nuestro estilo a la hora de jugar y en cuanto al tipo de jugador. No creo que sea más ni menos físico. El futbolística tiene una característica en cuanto a sus condiciones técnicas, nivel de ejecución, su nivel de entendimiento y toma de decisiones, en cuanto a su capacidad de competir que son las que son. En el fútbol no se puede disociar algunos aspectos. No se puede disociar lo físico de lo técnico, ni de lo táctico ni de lo psicológico. El futbol como juego se tiene que entender como un todo. Todo está interrelacionado y son formas interdependientes, una de la otra. Disociar no es bueno y mucho menos en el fútbol.
El aporte del jugador extranjero tiene que ver con un aspecto económico. Nosotros generalmente somos las alternativas de países como Argentina, que produce una gran cantidad de jugadores de distintos niveles. Obviamente, tu obedeces a la capacidad económica en tu necesidad de incorporar jugadores. Algunos han llegado y aportado cosas importantes o se han potenciado por nuestra propia liga. El importando no es necesario que te aporte mejores cosas, pero sí distintas que el futbolista venezolano no tiene. Eso es lo que se busca. Teniendo una restricción económica, se busca jugadores que te aporten cosas que tu club a nivel de jugadores no tiene. Sin que eso signifique que sea un jugador que esté por encima o no de la liga o del equipo. Estás trayendo un elemento que va a fortalecer y potencia tu equipo
Ha sucedido mucho con el jugador argentino que otorga un aporte por esa característica que tienen de un saber competir bastante elevado, que generalmente dan, más allá de su propia calidad y de su propia formación. Luego están las alternativas del fútbol panameño, porque económicamente nos viene bien y porque es una liga que está en proceso de desarrollo y potenciación de jugadores. Entonces hemos tenido experiencia con algunos jugadores que se han crecido y se han potenciado aquí.
En una entrevista con Andrew “Pochi” Páez me comentaba que en Venezuela gana “el que más corre y no el que más juega”. Algo similar le escuchaba a Carlos Fabián Maldonado en el podcast Drink Team. ¿Piensa que es así? Primero hay que ver bajo que contexto dicen esa información. No sé si gana el que más corre No sabía asegurarte si gana el que más corre, pero si no corres no gana. En mi forma de ver el futbol es un juego que todo forma parte del juego. Creo que verlo de otra forma sería verlo de forma disociada y no verlo en él como todo.
¿Qué tipo o características de jugadores siente que abundan en Venezuela y de cuáles carece la liga? Para decirte el tipo de jugador abunda se va a reflejar en el tipo de jugadores que estamos exportando, en su mayoría hay una gran cantidad de jugadores de banda. Extremos explosivos con buenos duelos. Cuando revisas todas las selecciones que tenemos veras una gran cantidad de jugadores, muchos en el extranjero y otros con un potencial tremendo en distintos equipos en esa posición. Eso tiene que ver con la influencia en la norma en este tipo de jugadores (…) En el inicio de la norma todo el mundo tuvo la tendencia de buscar jugadores laterales, hace muchos años atrás. Lo fuimos descubriendo con ensayo y error. En base a que los entrenadores de alguna manera fueron entrando en la dinámica del fútbol actual, donde es importantísimo los duelos en banda. Todo el mundo busca extremos desbordadores, que superen la línea en muchas situaciones del campo. No solo en Venezuela, sino a nivel mundial.
A eso le sumamos que la posición de lateral se ha ido desarrollando. Ahora es clave a la hora de desarrollar cualquier tipo de juego, cuando anteriormente era una posición muy limitada en cuanto a las intervenciones. Hoy el lateral juega un papel importantísimo para poder dar juego, poder dar salida, para que aparezca en el espacio oportuno y destrabar situaciones. Eso nos hizo ver al entrenador que necesitamos a jugadores con otras capacidades y nivel (en esa posición). También fueron surgiendo, a través de descubrir una serie jugadores de características de extremo y de banda en el fútbol venezolano. Eso no quiere decir que no hayan aparecido buenos jugadores en distintas posiciones, Otros que salieron a completar su formación en el extranjero y hoy son los referentes del fútbol venezolano, que necesitaron todo este espacio de tiempo para ir haciendo su carrera e ir potenciándose
Es una realidad que los jugadores de banda son los que más estamos produciendo, por los menos con mayor nivel. ¿Qué le falta al fútbol venezolano? Como producimos buenos y gran cantidad de extremos, si lo hiciéramos en todas las posiciones tuviéramos un fútbol con mayor capacidad de jugadores y así se hace crecer el nivel de oposición, no solo dentro de tu equipo y tu competencia. Sino el nivel oposición que representas para tus rivales. Por eso es importante más que masificar la formación, hay que optimizarla y potenciarla en todas y cada una de las posiciones. No solo producir un Yangel Herrera, sino cinco Yangel por citarte un ejemplo. Porque va a hacer que seamos mejores. Ese es el camino que debemos que buscar. ¿Qué tipo de jugador creo que falta? El fútbol venezolano tiene la tarea de mejorar en cuanto al jugador, y tiene que ver con su parte formativa, su aspecto en cuanto a la ejecución, porque es fundamental.
El medida que tu mejores tus niveles de ejecución y tu toma de decisiones, mejora tu capacidad táctica y tu saber competir. El futbolista y el fútbol pasan a otro nivel. Tenemos esa tarea de crecer en cada uno de los aspectos. El fútbol venezolano tiene una necesidad de mejorarse sobre todo en la formación del entrenador y del futbolista, que son los verdaderos protagonistas del juego.
Producimos bastantes extremos, pero jugamos al pie y no aprovechamos su velocidad. ¿Falta mejorar esa ejecución y ese entendimiento para aprovechar los espacios? Hay un cliché que viene de la formación: “la pelota al pie”. No es así. Pelota al pie cuando necesitas fijar, pero pelota al espacio cuando necesitas progresar. No me cabe la menor duda que nuestros entrenadores de primera división tratan de modificar las conductas en los jugadores, pero a veces se hace muy difícil cuando hay algo mal, incrustado desde la formación. Jugar al espacio es la forma de acompañar una jugada. Pero nosotros pedimos generalmente la pelota al pie. Cuando se juega mucho al pie y poco al espacio no hay sentido de progresión y es lo que tenemos como sensación del fútbol venezolano, donde cuesta mucho llegar a los arcos, porque se juega mucho por delante de ambas líneas defensivas.
Uno de los detalles que veo en el fútbol internacional a nivel de selecciones, que no tenemos en nuestro fútbol, es que nuestras centrales juegan muy frontales a su arco, por esa condición de nuestro juego de mucho al pie y poco al espacio, y no juegan perfilado, porque generalmente el pase no es a sus espaldas. Nosotros jugamos a esos espacios de manera diagonal o a las espaldas de los laterales cuando hacemos una pared o tratamos de doblar, ahí sí ocupamos esos espacios. Pero los espacios detrás de los centrales son muy pocos ocupados. En el futbol internacional es totalmente distinto. Tienes delanteros y jugadores que se incorporan de líneas anteriores que van a atacar ahí.
El defensor no está acostumbrado a tener un posicionamiento perfilado para defender esos espacios rápido a sus espaldas, por el estímulo que tiene del fútbol nacional de estar posiciona para ir a apretar adelante, que a veces tampoco se hace. Ese segundo en esa postura te marca diferencias, porque te ocupan esos espacios muy rápido. Son estímulos que intentas incorporarle al jugador porque es lo que él va a vivir. Eso es una característica que hablo con colegas que hay que estimular mucho más. Nosotros tenemos un concepto de la colectividad en que se va al lado extremo. ¿Qué quiero decir? Que siempre tenemos que pasar el balón para ser colectivos y a veces la mejor manera de ser colectivos se inicia con una jugada individual.
A veces necesitamos una acción individual para que esa acción termine siendo una buena jugada colectiva. Muchas veces noto, algunos más otros menos, y no quiero generalizar porque hay muchos que me gustan que atacan siempre al espacio y encaran, pero hay muchos otros que esperan mucho el balón por delante de su marca, para recibir y jugar hacia atrás, o recibir y jugar hacia un costado. Cuando debe tratar de marcar un posicionamiento que le abra un espacio para el penetrar con un lanzamiento o buscar la pelota y buscar el 1 vs 1. Siento que a veces se limitan o los limitan, no sé. Cosas que he vivido que tenemos que erradicar, cuando se avanza en una opción ofensiva, quienes vienen en líneas posteriores al poseedor del balón en vez de atacar un espacio para superar la línea del balón, por lo tano progresar, generalmente se ponen posiciones anteriores y piden el balón.
Si él tiene el balón para qué se la vas a pedir, si él tiene para encarar y desbordar, trata de hacer un movimiento que no permita hacer una cobertura, como fijar un central, en caso de que el jugador este en banda. Muchas veces es una alternativa quedarme atrás para que él tenga una opción, en caso de que no encuentre espacios ni soluciones hacia adelante y pueda descargar para buscar otra orientación. Pero a veces lo obligamos a que juegue hacia atrás y muchas veces el jugador, porque no tiene el ritmo o el fuelle de ir y marcar espacio por delante, entonces para no correr más se va para atrás y cómodamente pide el balón. En el fútbol esas cosas todos los entrenadores están en la tarea de erradicarlo, pero muchas veces cuesta muchísimo, porque el jugador en su formación viene incrustado una serie de cosas que son difíciles de cambiar.
Normalmente el entrenador se queja de algunas cosas que el jugador no interpreta o no ejecuta, que son parte dentro ese proceso de formación y se debe detener ahí para convencerlo que hay otra forma de hacer las cosas. En los jóvenes es más fácil, porque siempre están prestos a que le digas cosas nuevas y él se interesa. Pero aquel que ya tiene cierto recorrido y experiencia le cuesta un poco más esas situaciones, por cosas naturales, no por nada malo.
Se habla mucho que se ha perdido el jugador gambeteador, por falta de calle o por la academia se recrimina el drible y se le pide pase ¿Tenemos aún esos encaradores en Venezuela? El jugador termina siendo lo que tu estimules en él. Si tú tienes un jugador encarador y tiene esas características, y tú a través de los entrenamientos y de tus mensajes permanentemente le estas estimulando que debe tocar el balón, al final sabe que si no lo hace no va a jugar. Y termina haciendo lo que a lo mejor no es su potencialidad. La labor del entrenador tiene que ver con ser capaz de posibilitar y de estimular el talento que tiene. Por eso cuando uno tiene un equipo y empieza a conocer jugadores, lo importante es verlos jugar porque cuando los ves jugar sin ningún tipo de consignas o limitaciones, ellos te van a mostrar sus verdaderas capacidades. Luego está en ti poner todo eso en sintonía en función del interés de todo el equipo bajo un estímulo.
Hoy están resurgiendo y cada día valen más los jugadores de banda desbordadores, ganadores de duelos, porque se ha convertido en una solución para los estilos que hoy se manejan. Hoy hay una tarea importante del entrenador. Como trabajar y actuar en el campo contrario cuando hay un posicionamiento con una gran cantidad de jugadores, que te reducen espacios y te limitan pases. La solución está en la opción individual. Por eso es tan importante los ganadores de duelos. En el fútbol todo se resumen en los duelos, tener esa capacidad manejar y dominar en los duelos es fundamental. No solo a la hora de tenerla, sino a la hora de recuperarla. Si creo que todo depende de cómo posibilites ese talento del jugador y esa es la responsabilidad que creo debe tener el entrenador al ejecutar el trabajo.
En Venezuela claro que los hay, pero a veces tengo la percepción de que se limitan un poco. No toman los riesgos necesarios, porque a lo mejor la dinámica de este fútbol, como tú dices, importa mucho si te equivocas. Importa mucho como te van a juzgar si la cosa no sale bien. Entonces también ellos se autolimitan, los limitan o los limitamos nosotros. No sé. Eso suele suceder. Si tú quieres ser precavido en el fútbol o te quieres preparara para una perdida. No estimules eso donde está el balón y con quien tiene el balón, hazlo en posiciones y líneas anteriores. Así tiene mucha más creatividad y confianza para desarrollar la jugada. ¿Se perdió? Nosotros los que estamos un poco más atrás estamos preparados para solventar esa perdida. Todo está en cómo posibilitamos ese momento y cómo interviene el entrenador. El cómo convencemos al jugador que estimule al compañero a que ponga en valor su capacidad, no limitarlo.
Sobre un posible reinicio del torneo venezolano, se espera que sea un torneo corto y muy continuo como se ha visto en Europa. De jugar domingo-miércoles-domingo. Además de entrenamientos condicionados por el confinamiento. Con los elementos expuestos que veíamos en nuestro país, ¿qué fútbol veremos en la reanudación del campeonato? Primero hay que entender que hay un contexto que te obliga a que el fútbol se desarrolle en un marco muy distinto al que normalmente es. Seguramente tendremos un campeonato de una alta frecuencia de partidos en un espacio corto de tiempo y eso va a dar unas características distintas. No es lo mismo jugar con frecuencia de siete días que jugar normalmente con frecuencia de cuatro o tres, eso hay que tomarlo en cuenta a la hora de planificar la temporada por parte de cada club. Primero se hace necesario respetar las condiciones y realidades sanitarias. Todo eso que tenemos que respetar, porque la salud está primero.
Hemos entrado en unas semanas que estamos anunciando que vamos a empezar y todavía no se ha dado un paso significativo para un comienzo cierto, más allá del inicio de entrenamientos de algunos clubes. A los que tienen la responsabilidad de poner esto en marcha tienen que entender que, si queremos trabajar en pro a la actividad, tenemos que poner al lado cualquier cosa y ponerse ya en funcionamiento de acuerdo a la realidad anterior expuesta. Se hace necesario que cuanto antes, en la medida posible, que nos encaminemos, porque todo lo que dejemos de hacer o hagamos tarde lo vamos a pagar después. ¿Quién lo va a pagar? Los equipos que van a competir internacionalmente y las selecciones, nuestro fútbol en el fondo. Lo que tiene que ver con mi lado (selección nacional sub-20), necesito que el jugador empiece a trabajar, que empiece a competir, porque buena parte de mi trabajo depende de su desempeño y labor en los clubes.
Ese fútbol que vamos a ver, que se hará en un espacio corto de tiempo, nos va a mostrar la capacidad de muchos técnicos de manejar distintas alternativas en esta forma tan atípica de competir, porque no es lo mismo domingo-domingo a domingo-miércoles-domingo. No solo se requiere una preparación en lo futbolístico, también una capacidad mental para competir. Saber jugar, obtener resultados y dejar ese resultado atrás y volver a estar al 100 % dentro de dos días. Los entrenadores van a experimentar cómo manejarse en una situación como esta, donde va a tener un valor especial tener plantillas amplias, experiencias competitivas de las plantillas en cuanto a sus jugadores y el cómo manejar desde el punto de vista emocional los campeonatos de estas características. Si algo tienen los campeonatos de mucha cantidad de juego en poca cantidad de tiempo es que se hacen extremadamente emocionales. En mi opinión, el manejo emocional por parte de los entrenadores va a ser fundamental.